¿A quién quieres más, a papá o a mamá?

La importancia de la educación para el desarrollo infantil saludable: el apego

            La educación no es solo cosa del colegio, la acción de los padres tiene gran relevancia en el desarrollo del cerebro de sus hijos. Ellos son los primeros responsables de la adquisición del lenguaje y del desarrollo de sus vínculos emocionales, es aquí precisamente donde entra el papel del apego.

            El apego es toda conducta por la cual el niño busca cercanía con otra persona a quien considera más fuerte. Existe una tendencia a recurrir al cuidador con el que el bebé pasa más tiempo como una base segura, desde allí se siente seguro para explorar los entornos desconocidos, al igual que para refugiarse en momentos de temor. Es, también, por esta cuestión, por la que los padres deberían repartirse sus obligaciones por igual, porque, de lo contrario, es entonces cuando normalmente el niño prefiere a una de sus figuras paternas antes que a la otra, lo que con el tiempo se puede traducir en una sola figura de autoridad. Obviamente hay situaciones en la que el padre no puede adoptar ciertas actividades de la madre, como, por ejemplo, dar de mamar el pecho, pero sí puede sujetar al niño mientras esto se lleva a cabo, creando así un vínculo de unión padre y madre.

            John Bowlby, creador de la teoría del apego, demostró mediante la observación de primates no humanos, que el comportamiento de apego es común prácticamente en casi todas crías de las especies de mamíferos. La pauta general se evidencia en cómo el animal inmaduro busca la proximidad a un adulto preferido, en general la madre (reiteremos el hecho de que estamos hablando de animales). Dícese que dicho comportamiento está relacionado con la supervivencia, ya que la madre es la responsable de protegerlos contra los depredadores.

                Para que los niños puedan lograr un apego seguro, los padres deben estar atentos a las necesidades de sus hijos, deben expresar su ternura y proximidad física a través de caricias, al igual que estar dispuestas a celebrar sus logros, alentándolos antes que descalificarlos. En conclusión, deben ser padres que participen y acompañen los intereses de sus hijos.

Anexo curioso: